domingo, diciembre 31, 2006

2 Años de esa trompada en la cara llamada Cromagnon

En todo este tiempo han hablado desde Doña Rosa (Que habla de todo sin saber casi de nada) hasta el periodista/economista que en su vida ha escuchado poco más que música clásica, y nunca un pogo, pasando por muchos opinólogos que en su intrascendente vida jamás pisaron un “boliche”, de esos que en Buenos Aires sobraban por todos lados y exprimían a toda persona que soñaba con subirse a un escenario.
TODOS los que pululábamos por lugares similares a Cromagnon, no imaginamos jamás que esto algún día podía suceder, y si se nos cruzaba por la cabeza era algo mucho menor, caminábamos con la inconciencia de: A mi no me va a tocar y le podría haber tocado tanto a Catupecu Machu como a Divididos (Cuanta gente metía Divididos en Obras antes de Cromagnon?) como a Callejeros y en esta ruleta rusa del negocio del rock le tocó a quien le tocó. Callejeros era una banda más de tantas que hacían lo mismo, esas eran las reglas del negocio del rock. Y en esto del “negocio” Cromagnon ha dado para que: protagonistas y no tanto y algunos ni siquiera, saquen libros, dos tarados hagan un pseudo programa de radio (uno de los tarados ni siquiera estuvo esa noche) radio y televisión
salven horas de aire. Ha dado las herramientas para que caiga un intendente, seguramente tan indecente como los que los condenaron, nos ha dado una plaza que corta la calle por donde transitan miles de personas cada día, plaza que no tiene Keyvis, calle que no corto la AMIA ni la embajada de Israel, ni Río III ni Rio Turbio. Eso si nos ha dado la tranquilidad de ir a un boliche con aire acondicionado, sin olor a faso, con mucho espacio. Un precio muy caro para estar más cómodos en un recital.

No hay comentarios.: